abril 03, 2011

Elemento AIRE


El Aire

La principal característica del aire es el movimiento. Los otros elementos dependen del aire para su activación. Si no fuese por el aire, todo permanecería estático. Por esto, su deficiencia en la constitución tiene como resultado una lentitud de movimientos, de la percepción, y de las funciones corporales. El aire no es sólo esencial para el movimiento, sino también para el sentido de la comunicación el cual se desarrolla a partir de los contactos generados por el movimiento. Estos contactos, a su vez, son memorizados por el sentido del tacto. El tacto nos relaciona con el mundo en que «vivimos, nos movemos y somos», para citar un famoso verso extraído de los Actos de los Apóstoles. El aire también es el elemento que nos informa sobre el mundo circundante. Se trata del elemento social por excelencia y el que nos permite conocer a los demás. Este último punto nos conlleva a ramificaciones abundantes. El equilibrio del elemento aire es el que nos proporciona el sentido de la honradez y de la justicia, el que asegura una orientación humana de la vida, y nos da el sentido de la amistad, factores esenciales para establecer unas correctas relaciones. Una proporción apropiada de aire implica gracia, percepción equilibrada, bienestar, objetividad, sensibilidad estética y amor a las artes. Socialmente, la persona causa buena impresión y por lo general, su aspecto se distingue por el atractivo personal.
Un exceso de aire hace a la persona impaciente, nerviosa, ansiosa, inestable y, a veces, miedosa. Tiene dificultades en permanecer sola, dormirse, relajarse y sortear las dificultades. Las personas tienden a ser más impersonales, frecuentemente, hasta el punto de sentirse excesivamente alejadas de la experiencia y del compromiso. Eventualmente, los hábitos y predisposiciones personales provocan cambios fisiológicos que reflejan las condiciones en otros niveles. Como el aire es seco, su exceso provoca rigidez en las articulaciones, fragilidad del cabello, de los huesos, de las uñas; artritis y enfermedades parecidas a las que se caracterizan por crujidos, piel seca y áspera, y señales prematuras de envejecimiento.

La escasez de aire lleva a una falta de perceptibilidad, anemia, cansancio, desvitalización, desorientación, introversión, estancamiento, e incapacidad para organizarse con efectividad.


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