septiembre 28, 2013

La vida es una escuela y las relaciones son la universidad.

"El o ella es mi luz en este mundo de ilusión.
La vida es una escuela y las relaciones son la universidad. 
Tú has terminado cuando logras amar incondicionalmente.
Es necesario reconocer la luz en los ojos del otro.
Es necesario mirar a través de las nubes y reconocer la luz tras ellas, incluso las nubes son parte de la escuela.
Los defectos son los efectos especiales para purificarnos y unirnos con la totalidad. Esa unión sólo es posible cuando tu mente es ecuánime.
El silencio de la serenidad de la mente es lo que se traduce en ecuanimidad.
No necesariamente feliz, pero si en paz.
A veces el otro necesita ser agresivo o acusarte. Pero tu sabes que en realidad no es contigo, sino que con el mismo.Tú sólo eres el espejo de sus sentimientos, forzándote a reconocerlo o amarlo.
La prueba más difícil es dejar al otro libre, incluso libre de no amarte. Es una gran prueba en el camino del corazón.
Incluso el corazón del otro es una ilusión. Todo lo malo que te dice es un mecanismo de defensa para protegerse. Detrás de eso hay un miedo de sentirse herido.

Si sientes la llamada para ser un guerrero de la luz, esta prueba está en tu camino. El que se ofende es la idea de ti. Es el niño que tienes dentro el que se ofende.
Hasta que puedas manifestar la ecuanimidad mental, que comienza cuando dejas de identificarte con tu ego, serás testeado.

Quizás no lo recuerdes, pero tú te matriculaste en este curso, te encarnaste en este cuerpo y ya no hay como retroceder. Tú encarnaste en este planeta que es una escuela de amor consciente.
Lo haz logrado cuando comprendes que no hay diferencia entre el amor y tú.

El amor no es una creación de la mente, es un estado del ser.

La máscara de la indiferencia te impermeabiliza de la rabia, pero también de lo bueno. El estado de ecuanimidad ni significa retraimiento. Lo mismo que usar la máscara del amoroso, porque detrás de esa cara linda esta: "ten cuidado que en cualquier momento te pego".

En estado de ecuanimidad tu sientes el dolor del otro, pasa a través de ti. Tú transformas el dolor en compasión. Tú estás viendo al otro. Estás viendo las sombras y comprendes que estas sombras son una proyección de la mente para protegerse. Esto es una ilusión.
Cuando comienzas a estar maduro ves que es una manifestación de ese niño herido. Incluso si te das cuenta que es tu niño el que está actuando.
Más importante que todas las técnicas es conectar con el corazón liberado de un maestro porque es ahí cuando tu corazón puede liberarse. Es ahí cuando empiezas a sentir la verdadera libertad y sentir la gracia de lo eterno. La verdad es la que te ayuda a salir del laberinto de la mente. Para eso tienes que estar dispuesto a observar las subidas y las bajadas."

Prem Baba.

septiembre 20, 2013

Debes regresar y apagar el fuego.




Cuando te enojes, vuelve a ti mismo y cuida de tu ira.
Y cuando alguien te haga sufrir, regresa a ti mismo y cuida de tu sufrimiento, de tu ira.
No digas ni hagas nada, porque cualquier cosa que digas o hagas en un estado de ira podría estropear más tu relación.
La mayoría no lo hacemos, no queremos volver a nosotros mismo, sino perseguir a esa persona para castigarla.
Pero si tu casa se está incendiando, lo más urgente es volver a ella e intentar apagar el fuego, y no echar a correr detrás del que crees que la ha incendiado, porque si haces eso, tu casa se quemará mientras te dedicas a atraparle.Y eso no es actuar prudentemente.
Debes regresar y apagar el fuego.
O sea, que cuando estás enojado, si sigues relacionándote o discutiendo con la otra persona, si intentas castigarla, estás actuando exactamente como alguien que se pone a perseguir a un pirómano mientras su propia casa está ardiendo'.

 Thich Nhat Hanh

Dolor...??? Sufrimiento???




Aprendimos desde muy pequeños e incluso antes, a no llorar, a no gritar, a no mostrar nuestra frustración y esos sentimientos allí quedaron, no expresados, guardados y enterrados en nuestro interior.
 
Toda esta acumulación es lo que conocemos como sufrimiento. Es posible que no seamos conscientes de él porque constantemente lo evitamos, al igual que evitamos todas aquellas situaciones que nos recuerden nuestros pesares. Pero en nuestra rutina diaria constantemente encontramos un disparador porque el dolor no expresado lo llevamos muy cerca de la superficie y reaccionamos defendiéndonos o atacando ante cualquier evento.
 
El dolor, tanto como la rabia, nos impiden sentir el amor en todas sus proporciones. Estas emociones al igual que el temor, no nos hacen libres para expresarnos como chispas divinas.
 
Por lo general rechazamos el dolor y no lo dejamos salir, no lo lloramos y evitamos a toda costa sentirlo. Puede que lloremos un poco cuando ya no nos podemos contener, pero con moderación, como cuando levantamos la válvula y sacamos el aire de la olla de presión .Sin embargo el caldo aún queda adentro e intacto. Realmente lo que tenemos que hacer es vaciar todo el contenido del recipiente.
 
Todo cuanto guardamos sólo está esperando otro momento para salir y mientras tanto, nos ocasiona sufrimiento. Es como tener un absceso en una herida cerrada y allí todo lo que lo roza duele.
Las emociones hay que expresarlas, el grito, la rabia, el odio, el resentimiento, la tristeza, e ir cavando cada vez más profundo hasta vaciar el pozo; hasta que no quede absolutamente nada por salir. Es entonces cuando nos liberamos y podemos sentirnos uno con la fuente, es cuando podemos nuevamente conectar con el amor incondicional y con quienes realmente somos.
 
La limpieza de memorias con palabras como GRACIAS y TE AMO funciona perfectamente pero tenemos que ayudarnos vaciando la carga de energía reprimida, dejándola partir. Las emociones bloqueadas van acompañadas siempre de creencias inútiles y contaminadas y las podemos soltar de manera fácil cuando liberamos completamente el contenido emocional que las acompaña. Al estar más ligeros es mucho más fácil borrar lo que no nos sirve, para así dejar de reaccionar y sentirnos en paz.
Es bueno llorar, y no te contengas, conéctate con el dolor para que sanes.
 
Una vez que te liberas es tan fácil dejar ir todo aquello que no eres tú, diciéndole simplemente GRACIAS y TE AMO a cada pensamiento, y con estas palabras vas sellando las huellas dejadas y ya nada te podrá dañar a menos que tú nuevamente lo permitas.
Expresar nuestros sentimientos libremente y sin miedos es lo que nos permite volver a ser niños otra vez, es volver a expresarnos con el lenguaje del alma.
 
Al dejar atrás los apegos a aquello que creíamos que era, podemos estar abiertos a lo que realmente es y a quienes somos en realidad. Esto nos permite vivir en el presente y conectarnos con la divinidad en nuestro interior para fluir como uno con la fuente. Podemos sentirnos nuevamente en paz y en perfecto equilibrio.
 
Jocelyne Ramniceanu

septiembre 19, 2013

EL MIEDO HUMANO A LA MUERTE - Por David Topí, 22-08-2013



Si habéis leído los artículos de los últimos meses ya habéis visto que llevo algún tiempo trabajando con terapia regresiva, tanto en mi como en otros amigos, para investigar, comprender y experimentar de primera mano todo lo que sucede, o nos sucede a cada uno, en el llamado periodo entre vidas, cuando no estamos embutidos en el cuerpo físico, cuando somos solo ese “ser” que entra y sale de un mundo energético, etérico, para ir a mundo denso, físico.

Personalmente las regresiones que he vivido me han abierto los ojos y me han dado una información que no tiene precio para mi, y para lo que me interesa conocer de este proceso que es el juego de la vida, y desde luego, como terapeuta, lo que he sacado investigando con amigos y compañeros ha sido mucho más, pero mucho más, sorprendente e interesante y me ha abierto las puertas a realidades mucho más grandes de lo que había soñado nunca y han puesto en marcha acontecimientos para los que ya no hay vuelta atrás.

De todo esto, y para los que queráis tener una idea de cómo funciona todo este mundo de la terapia regresiva os recomiendo los libros de Michael Newton y Brian Weiss, son básicos para empezar, no explican cómo hacer terapia, explican los resultados que ellos se han encontrado, y como yo estoy llegando en resultados igual de interesantes y paralelos, en algunos casos, creo que son una buena base para empezar a moverse por este mundo.

El tema que hoy tenía intención de explicar tiene que ver con lo que un “guía” me dijo una vez: “el mayor temor de los humanos es el temor a la muerte” (vamos a hablar de guías como nombre genérico para todo tipo de seres con los que interactuamos cuando estamos en el periodo entre vidas, normalmente en el llamado alto astral o en el plano mental, aunque en algunos casos, ¡mucho más lejos!).

Y parece ser cierto, desde el lado de los que estamos vivos, porque os aseguro que desde el lado de los que “se van” es totalmente lo contrario.

Una gran liberación y un gran trauma

Cada vez que he revivido una de mis muertes en alguna de mis vidas pasadas, ha sido una liberación. No puedo explicarlo mejor. Cada vez que salía de mi cuerpo, y si es correcta mi información, lo he hecho más de 1000 veces, lo veía ahí abajo, tumbado, donde fuera que estuviera cuando acababa de fallecer, me sentía libre, por fin todo había acabado, por fin volvía “a casa”. En uno de los libros de Michael Newton, otra persona dijo que salir de una vida es lo mismo que salir de una piscina donde has estado buceando durante muchos años, bajo el agua, y de repente salir a la superficie y respirar aire fresco. Pues eso.

Todas las personas que he sometido a regresiones, tras la salida del cuerpo se sentían bien, contentos, liberados. Luego hay otras emociones diferentes, pero son por otras causas. Yo he sentido cabreo, frustración, desespero y cansancio, pero, personalmente, ha sido por el hecho de haber entrado y salido de una vida sin haber cumplido la misión que me había propuesto cumplir, cosa de lo que te das cuenta inmediatamente tras abandonar el cuerpo físico, porque recuperas la memoria de quien eres en realidad. Lo mismo me ha pasado con algunos amigos que al salir se han sentido cansados y apesadumbrados, por los mismos motivos, pero no por haber dejado atrás la existencia física, que es siempre un motivo de “alegría” para el que se va.

Lo difícil es bajar de nuevo

Sin embargo, es curioso, que, para muchas almas (vamos a usar este termino de forma genérica como el ser que somos, aunque ya vimos en artículos anteriores lo que el alma es realmente en referencia al espíritu) es la entrada en una nueva vida lo que cuesta más. Primero, no todo el mundo quiere bajar de nuevo, a muchas almas les cuesta enormemente tener que volver a la Tierra, no hablo ya de errantes o almas que vienen a ayudar y bueno, se resignan a entrar una y otra vez para cumplir sus promesas de ayuda, sino de cualquiera de nosotros que simplemente entra y sale de una vida para recoger experiencias, crecer y evolucionar.

La entrada, en todos los casos, es lo más traumático del proceso. Salir del mundo etérico del alto astral y tener que bajar otra vez al mundo de la materia. No es fácil. Se hace con ilusión porque es otra aventura más, pero no siempre es algo que sea fácil, pues la entrada en un cuerpo físico exige ciertos sacrificios a ese ser, entre otros, reducir la vibración, encajar en un cuerpo pequeño, perder la memoria de quien eres, y tener que empezar de cero. No es de extrañar que la salida del “juego” de la vida sea siempre un “buf, por fin se terminó esta partida”.

La muerte no es el final de nada, es una transición entre dos estados. Una entrada y salida. Como dijo otro ser que estaba con la persona en el periodo entre vidas, “si no perdemos el miedo a morir, no terminaremos por aprender nunca a vivir”. Y es que cada uno de nosotros elegimos el momento de entrar y el momento de salir, nada ni nadie nos puede hacer cambiar esos dos puntos excepto nosotros mismos, por lo que todos nos vamos cuando lo consideramos oportuno, y cada cual tiene sus razones para abandonar una encarnación cuando lo hace, sin que eso signifique una modificación de los parámetros acordados con aquellos que tiene alrededor y con los que ha encarnado. Si se nos va gente antes de tiempo, desde nuestro punto de vista, es porque así lo habían decidido, si nos vamos nosotros antes que otros, es porque así lo hemos pactado. En este tipo de situaciones siempre hay pactos y acuerdos pre-karmicos.

Una amiga mía en una regresión donde estuvimos revisando su antepenúltima encarnación vino para vivir solo 15 años, darle un mensaje a sus padres, hacerlos despertar a un cierto tipo de visión del mundo y largarse de nuevo mediante un accidente provocado por ella misma a nivel de alma, pues la misión se había cumplido. Todos los casos son iguales y no hay fallos en el sistema. Los que se quieren ir antes de tiempo tienen que buscarse la vida para que los acuerdos y lecciones que habían prometido llevar a cabo se hagan de alguna otra forma, si es que ya no desea cumplir su parte del trato a nivel físico, pues el libre albedrio sigue existiendo, sin embargo, eso no le exime de la responsabilidad de cumplir esos acuerdos de alguna otra forma, de ahí que queden cosas pendientes entre personas de una vida a otra, o de ahí que se reconfiguren las vidas de aquellos que han sido “dejados atrás” para permitirles seguir creciendo y avanzando por otro lado. Todo este proceso es siempre dinámico, nunca es estático, y siempre está en constante re-parametrización y reconfiguración.

Fallecimientos masivos y desastres naturales

Por otro lado, muchas veces, cuando mueren miles de personas en desastres naturales, en eventos de enorme magnitud que nos afectan a todos a nivel del inconsciente colectivo, nos parece una desgracia que esto pueda suceder. Sin embargo, todas esas almas han acordado irse en ese preciso momento, y por eso esa persona se encontraba “ahí”, en ese lugar, en ese instante. Quizás las razones individuales de cada individuo sean diferentes, quizás no, quizás hay algún tipo de acuerdo, karma, lección o experiencia común necesaria. Pero, en todo caso, todos, a nivel de alma, sabían donde tenían que estar y cuando tenían que estar. A los que no les tocaba, su ser ya se encargó de sacarlos de la zona.

En estos momentos en los que nos encontramos en el planeta, el tema de los desastres naturales es algo in crescendo. Ya sabéis que los terremotos, huracanes, volcanes, socavones, tormentas fuera de control, etc., etc., llevan algún tiempo al alza y seguirán así. Sabemos que se debe al influjo de energías de alta vibración, que llamamos de cuarta densidad, chocando con energías de baja vibración, con clústeres de energías 3D negativas que tienen que desaparecer y transmutarse para que las otras puedan integrarse, y de ahí que la naturaleza esté haciendo un trabajo de equilibrio constante. Sobre este tema, otro guía nos dio una explicación muy clara en otra sesión.

La conversación había derivado al trabajo que están haciendo muchos seres de los planos no físicos para equilibrar los campos energéticos de la Tierra:

David: pero siguen habiendo muchos terremotos, huracanes, socavones, etc..

Guía: es necesario

David: es para transmutar energía, supongo…

Guía: correcto. Cuando vosotros empleáis vuestro lenguaje, desastres naturales, no tendríais que llamarlos así, son equilibradores naturales. Hay gente en vuestro planeta, que, con su buena intención están trabajando en contra de estos equilibradores naturales, porque están pidiendo que no sucedan, que no se muevan. Y tienen que moverse, lo que pasa es que las personas, muchísimas personas que viven en vuestro planeta, no comprenden todavía la muerte física, ni siquiera la vida. Y lo ven como un drama, cuando no es ningún drama, es vida, en realidad todo es vida. Incluso la muerte es vida. No tendría sentido si no, y no el sentido que vosotros le dais. Es vida, más vida y más vida.

David: es una transición entre dos experiencias físicas, nada mas…

Guía: correcto David

Ya podéis ver el punto de vista de todos estos seres que nos asisten y que asisten al planeta, la muerte no representa nada más que quitarse una chaqueta, pasar un tiempo de descanso y volver a ponerse otra.

El problema es que este miedo a morir viene de la psique y del cuerpo orgánico que usamos, no proviene del ser que somos. El miedo a fallecer es parte del traje, no de la esencia, pero lamentablemente a veces el traje dirige la experiencia, y dejamos de estar en resonancia con la verdadera razón de nuestra encarnación: una visita temporal para poder recoger experiencias físicas, porque este no es nuestro hogar, nuestro hogar es el que está “allá arriba”, pues de allá venimos y allá volvemos entre “escapadas” al mundo físico, lamentablemente sin recordar cuando estamos en el mundo físico que esto solo es un momento de paso, y que estés en el plano que estés y en el estado que estés, todo es vida, vida y más vida

septiembre 13, 2013

LA MUJER.- Enric Corbera



La mujer, puerta hacia la vida, es ante todo un ser receptivo. 
Es un ser aparentemente frágil, para atraer de esta forma el amor; su fortaleza es interior, su capacidad de sufrimiento parece no tener límites, pero esto es así porque esa es su naturaleza. 
La mujer, entrada y salida de todo lo bueno y todo lo malo, es sobre la que recae una de las mayores responsabilidades del ser: dar vida, tanto física como espiritualmente, porque por encima de todo la mujer es un ser receptivo.

Es incompleta en sí misma, pero su sola presencia mueve energías muy sutiles y de tremenda fortaleza, porque en ella se ha depositado la fuerza de la vida, la fuerza de la creación.
Todo se mueve a su alrededor: he aquí su auténtico baluarte y su gran responsabilidad, pues de ella depende en gran parte la evolución de la humanidad.

Mujer, canal de Vida, no dejes que te prostituyan con falsos ideales ni falsas promesas de belleza, no mires hacia tu exterior, ya que la auténtica belleza se halla en tu interior, en tu función en la vida, en tu responsabilidad, que es la mayor de todas las que Dios ha dado al ser humano: dar vida a la Vida."

Crédito: Fineart America

septiembre 06, 2013

Hermano cuerpo estás cansado

"Hermano cuerpo estás cansado
desde el cerebro a la misericordia
del paladar al valle del deseo

cuando me dices / alma ayúdame
siento que me conmuevo hasta el agobio
que el mismísimo aire es vulnerable

hermano cuerpo has trabajado
a músculo y a estómago y a nervios
a riñones y a bronquios y a diafragma

cuando me dices / alma ayúdame
sé que estás condenado / eres materia
y la materia tiende a desfibrarse

hermano cuerpo te conozco
fui huésped y anfitrión de tus dolores
modesta rampa de tu sexo ávido

cuando me pides / alma ayúdame
siento que el frío me envilece
que se me van la magia y la dulzura

hermano cuerpo eres fugaz
coyuntural efímero instantáneo
tras un jadeo acabarás inmovil

y yo que normalmente soy la vida
me quedaré abrazada a tus huesitos
incapaz de ser alma sin tus vísceras".
Mario Benedetti