A tus hijos puedes enseñarles a volar...
Pero jamás deberás volar por ellos..
Cada quien tiene que aprender a caer y retomar el vuelo sol@
diciembre 27, 2011
diciembre 22, 2011
Dolor de cuello???
Decidido, me quedo rígido y si me mueve, vendrá el dolor. ¡A ver si llega a la consciencia el mensaje!
-¿Qué mensaje, amigo?-le dijo el esternón al cuello, y éste, tieso como una farola, le contestó:
-Cuando se desconecta el corazón del cerebro, me tenso… no se puede tener una mente tan fría y cerrar el paso al calor que llega de ahí abajo. Soy como un puente en el que han puesto un cartel de “cerrado el paso”.
El hueso miró hacia arriba y le contestó:
-Bien pensado, señor cuello, porque aquí con tanta desconexión, está subiendo la temperatura… no te extrañe que detrás de una tortícolis no interpretada, sobrevenga cualquier otra alteración de cardiaca o pulmonar.
Pero el dolor de cuello sí fue escuchado y la emoción fue reconocida y reconducida. Y es que no hay nada como atender a los mensajes del cuerpo para sanar de verdad el desequilibrio del alma.
Plano Creativo.
***
El Cuello, Un Desfiladero Por El Que Corre La Vida.
El cuello, en el que se alojan traquea, esófago y parte de la médula espinal, es un estrecho canal por el que pasan al mismo tiempo el aire, el alimento y el agua, y la información. Al mismo tiempo contiene la laringe que produce la voz. El cuello es comunicación y relación en el interior y hacia el exterior. Junto con las vértebras cervicales, también representa la flexibilidad y la capacidad de ver lo que hay detrás.
No es de extrañar que un punto anatómico en donde se suele situar la angustia sea en el cuello. Inconscientemente sabemos que podemos morir por él: ahogados, descoyuntados, estrangulados, desfallecidos de sed o de hambre o paralizados por un golpe en la nuca.
De nuevo, las expresiones coloquiales hablan de manera figurada de lo que literalmente es: “me ahogo de pena”, “estoy de deudas hasta el cuello”, “me tiene con la soga al cuello este asunto”…
El cuello, al mismo tiempo separa y une lo intelectual, la cabeza, con el resto del cuerpo: lo emocional, lo creativo sexual y lo material. Es la unión y comunicación entre lo de arriba y lo de abajo; el “cuerpo espiritual con el material”. Desde arriba pasa el aire, los alimentos y las órdenes del cerebro. Desde abajo fluyen las emociones y los mensajes que el cuerpo envía al cerebro.
A más opresión, más problemas de integración entre ese ego y los demás. La persona que no acepta lo que siente en el cuerpo con su intelecto, puede vestir con cuellos apretados, bufandas y pañuelos que limiten toda la expresividad emocional que se aprisiona en su pecho. El extremo se alcanza cuando mantenemos una actitud interna inflexible y nos negamos a cambiar bajo ningún concepto, lo que puede obligarnos a llevar un collarín. Una metáfora de nuestra poca flexibilidad.
La forma en que se sostiene a la cabeza simboliza la posición del individuo en el mundo. La primera vértebra cervical, atlas, como el titán que sostenía la bóveda celeste, sostiene la bóveda craneana, es decir, nuestro mundo.
La persona que está dispuesta a aprender y a experimentar, que no se deja influenciar por actitudes negativas como “no puedo, o no quiero”, no acumulará tensiones en el cuello, se sentirá seguro con sus ideas y sentimientos.
Veamos algunos ejemplos:
*El cabizbajo -> ofrece su nuca para seguir humildemente recibiendo “los golpes de la vida”, mira la realidad de manera muy parcial, mirando sus propias desgracias, se pierde gran parte de lo positivo que le ofrece estar vivo.
*Caminar con la cabeza erguida -> la barbilla es símbolo de la voluntad, llevarla levantada es señal de que el sujeto desea que todo se haga según su voluntad. El mundo debe estar a sus pies.
*Inclinar la cabeza hacia la izquierda -> Abre la visión del campo visual derecho, el polo masculino, lo que lo hace más fuerte y determinante. Conecta con la mirada al mundo heredado del linaje paterno.
*Inclinar la cabeza hacia la derecha -> Abre la visión del campo visual izquierdo, el polo femenino, lo que hace la atmósfera más suave, sensitiva y da paso a la intuición. Se asoma al mundo desde la mirada del linaje materno.
Cualquier inclinación del cuello es limitante y evitativa. El colmo de este desequilibrio lo da la tortícolis, cuando una mitad de la realidad se anula por completo.
El temor al ridículo, a la humillación, a expresarse, la sobrecarga y el agobio, también pueden conducirnos hacia dolores y problemas en el cuello.
Esta reflexión nos hace concluir que el equilibrio y la apertura son las bases para vivir y comunicarnos de manera sana, tanto hacia el interior, como hacia el exterior. Debemos ser flexibles para tener en cuenta otras perspectivas, otros puntos de vista, otras maneras de ver y de hacer las cosas.
-¿Qué mensaje, amigo?-le dijo el esternón al cuello, y éste, tieso como una farola, le contestó:
-Cuando se desconecta el corazón del cerebro, me tenso… no se puede tener una mente tan fría y cerrar el paso al calor que llega de ahí abajo. Soy como un puente en el que han puesto un cartel de “cerrado el paso”.
El hueso miró hacia arriba y le contestó:
-Bien pensado, señor cuello, porque aquí con tanta desconexión, está subiendo la temperatura… no te extrañe que detrás de una tortícolis no interpretada, sobrevenga cualquier otra alteración de cardiaca o pulmonar.
Pero el dolor de cuello sí fue escuchado y la emoción fue reconocida y reconducida. Y es que no hay nada como atender a los mensajes del cuerpo para sanar de verdad el desequilibrio del alma.
Plano Creativo.
***
El Cuello, Un Desfiladero Por El Que Corre La Vida.
El cuello, en el que se alojan traquea, esófago y parte de la médula espinal, es un estrecho canal por el que pasan al mismo tiempo el aire, el alimento y el agua, y la información. Al mismo tiempo contiene la laringe que produce la voz. El cuello es comunicación y relación en el interior y hacia el exterior. Junto con las vértebras cervicales, también representa la flexibilidad y la capacidad de ver lo que hay detrás.
No es de extrañar que un punto anatómico en donde se suele situar la angustia sea en el cuello. Inconscientemente sabemos que podemos morir por él: ahogados, descoyuntados, estrangulados, desfallecidos de sed o de hambre o paralizados por un golpe en la nuca.
De nuevo, las expresiones coloquiales hablan de manera figurada de lo que literalmente es: “me ahogo de pena”, “estoy de deudas hasta el cuello”, “me tiene con la soga al cuello este asunto”…
El cuello, al mismo tiempo separa y une lo intelectual, la cabeza, con el resto del cuerpo: lo emocional, lo creativo sexual y lo material. Es la unión y comunicación entre lo de arriba y lo de abajo; el “cuerpo espiritual con el material”. Desde arriba pasa el aire, los alimentos y las órdenes del cerebro. Desde abajo fluyen las emociones y los mensajes que el cuerpo envía al cerebro.
A más opresión, más problemas de integración entre ese ego y los demás. La persona que no acepta lo que siente en el cuerpo con su intelecto, puede vestir con cuellos apretados, bufandas y pañuelos que limiten toda la expresividad emocional que se aprisiona en su pecho. El extremo se alcanza cuando mantenemos una actitud interna inflexible y nos negamos a cambiar bajo ningún concepto, lo que puede obligarnos a llevar un collarín. Una metáfora de nuestra poca flexibilidad.
La forma en que se sostiene a la cabeza simboliza la posición del individuo en el mundo. La primera vértebra cervical, atlas, como el titán que sostenía la bóveda celeste, sostiene la bóveda craneana, es decir, nuestro mundo.
La persona que está dispuesta a aprender y a experimentar, que no se deja influenciar por actitudes negativas como “no puedo, o no quiero”, no acumulará tensiones en el cuello, se sentirá seguro con sus ideas y sentimientos.
Veamos algunos ejemplos:
*El cabizbajo -> ofrece su nuca para seguir humildemente recibiendo “los golpes de la vida”, mira la realidad de manera muy parcial, mirando sus propias desgracias, se pierde gran parte de lo positivo que le ofrece estar vivo.
*Caminar con la cabeza erguida -> la barbilla es símbolo de la voluntad, llevarla levantada es señal de que el sujeto desea que todo se haga según su voluntad. El mundo debe estar a sus pies.
*Inclinar la cabeza hacia la izquierda -> Abre la visión del campo visual derecho, el polo masculino, lo que lo hace más fuerte y determinante. Conecta con la mirada al mundo heredado del linaje paterno.
*Inclinar la cabeza hacia la derecha -> Abre la visión del campo visual izquierdo, el polo femenino, lo que hace la atmósfera más suave, sensitiva y da paso a la intuición. Se asoma al mundo desde la mirada del linaje materno.
Cualquier inclinación del cuello es limitante y evitativa. El colmo de este desequilibrio lo da la tortícolis, cuando una mitad de la realidad se anula por completo.
El temor al ridículo, a la humillación, a expresarse, la sobrecarga y el agobio, también pueden conducirnos hacia dolores y problemas en el cuello.
Esta reflexión nos hace concluir que el equilibrio y la apertura son las bases para vivir y comunicarnos de manera sana, tanto hacia el interior, como hacia el exterior. Debemos ser flexibles para tener en cuenta otras perspectivas, otros puntos de vista, otras maneras de ver y de hacer las cosas.
diciembre 19, 2011
LAS EXPECTATIVAS
La gente, las situaciones, las cosas y “el destino” no nos fallan, son nuestras expectativas esa aparentemente inofensiva y sutil forma de inmoralidad.
Dicen por ahí que las copias, esas que nos mandan hacer en el colegio cuando somos niños, no sirven para nada. Dicen que no se aprende nada con ellas.
Sostiene la gente entendida que para aprender el aprendizaje debe ser significativo, es decir, que solo aprendemos lo que nos interesa de verdad, lo que nos motiva, lo que vivimos, lo que significa algo para nosotros.
Pues bien, nuestra tozuda manía de crearnos expectativas lleva toda la vida haciéndonos sufrir y todavía no lo hemos aprendido. Se supone que en este caso el sufrimiento debería ser suficiente aprendizaje y deberíamos de dejar de crearnos esas expectativas que lo causan.
Pues no terminamos de aprenderlo y seguimos “espectando”, sobre las cosas, sobre las situaciones, sobre lo que va a suceder o no, sobre cosas sobre las que no se tiene absolutamente nada de control, como los juegos de azar, como el clima (lluvias o no lluvias), sobre los gobernantes, nuestros deportistas o equipos favoritos, sobre los libros que no hemos leído o las películas que no hemos visto, pero sobre todo y por encima de todo sobre las personas… llámense: familiares consanguíneos o políticos, pareja, hijos, jefes, subalternos, compañeros de trabajo, vecinos conocidos y hasta de desconocidos.
Así que como no aprendemos sufriendo, vamos a probar del modo tradicional, a ver si funciona, y puede ser que ni así.
Copia cien veces:
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho………
Dicen por ahí que las copias, esas que nos mandan hacer en el colegio cuando somos niños, no sirven para nada. Dicen que no se aprende nada con ellas.
Sostiene la gente entendida que para aprender el aprendizaje debe ser significativo, es decir, que solo aprendemos lo que nos interesa de verdad, lo que nos motiva, lo que vivimos, lo que significa algo para nosotros.
Pues bien, nuestra tozuda manía de crearnos expectativas lleva toda la vida haciéndonos sufrir y todavía no lo hemos aprendido. Se supone que en este caso el sufrimiento debería ser suficiente aprendizaje y deberíamos de dejar de crearnos esas expectativas que lo causan.
Pues no terminamos de aprenderlo y seguimos “espectando”, sobre las cosas, sobre las situaciones, sobre lo que va a suceder o no, sobre cosas sobre las que no se tiene absolutamente nada de control, como los juegos de azar, como el clima (lluvias o no lluvias), sobre los gobernantes, nuestros deportistas o equipos favoritos, sobre los libros que no hemos leído o las películas que no hemos visto, pero sobre todo y por encima de todo sobre las personas… llámense: familiares consanguíneos o políticos, pareja, hijos, jefes, subalternos, compañeros de trabajo, vecinos conocidos y hasta de desconocidos.
Así que como no aprendemos sufriendo, vamos a probar del modo tradicional, a ver si funciona, y puede ser que ni así.
Copia cien veces:
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho
* Crearme expectativas me hace sufrir mucho………
diciembre 16, 2011
Es tan responsable el manipulador/a, de querer llevar los hilos de vida de los demás, como aquel que deja que sus propios hilos sean movidos por otros/as, y eso se lleva a todos los planos de convivencias hasta la presidencial.
La enfermedad de la manipulación es la misma: controlar a través del miedo del otro/a, y el miedo se elimina pasándolo por encima a través del amor propio e información de un nivel de conciencia baja a mas elevada.
diciembre 12, 2011
EL ROBLE
El Roble
En la plaza central del pueblo debían quitar un gran roble, el enorme árbol, que con el paso de los años se había convertido en un símbolo del lugar. Hasta en el escudo del pueblo se dibujaba su silueta. El roble se había enfermado de un extraño virus. Corría el riesgo de caerse y de contagiar a los árboles más cercanos. Ya se había hecho todo lo posible por salvarlo y la triste determinación de derribarlo provocaba en los vecinos una profunda sensación de impotencia.
No es fácil determinar la causa de un problema y no es el camino más agradable tomar la decisión de solucionarlo.
Los leñadores llegaron una mañana con sierras automática y hachas. Los vecinos se reunieron en la plaza para presenciar su caída. Esperaban oír el estrépito producido por el choque del inmenso árbol contra el suelo. Suponían que los hombres empezarían a cortarlo por el tronco principal en un lugar lo más pegado a la tierra. Pero en vez de ésto los hombres colocaron escaleras y comenzaron a podar las ramas más altas
En ese orden de arriba hacia abajo cortan desde las más pequeñas hasta las más grandes. Así cuando terminaron con la copa del árbol, sólo quedaba el tronco central, y en poco tiempo más aquel poderoso roble yacía cuidadosamente cortado en el suelo.
El sol, ahora cubría el centro del parque, su sombra ya no existía, era como si no hubiera tardado medio siglo en crecer, como si nunca hubiera estado allí. Los vecinos preguntaron por qué los hombres se habían tomado tanto tiempo y trabajo para derribarlo. El más experimentado leñador explicó: cortando el árbol cerca del suelo, antes de quitar las ramas, se vuelve incontrolable y en su caída, pueden quebrar los árboles más cercanos o producir otros destrozos. Es más fácil manejar un árbol cuando más pequeño se le hace.
El inmenso árbol de la preocupación, que tantos años ha crecido en cada uno de nosotros, puede manejarse mejor si se lo hace lo mas pequeño posible. Para lograrlo, es aconsejable podar en principio, los pequeños obstáculos que nos impiden el disfrutar de cada día y así ir quitando el temor de que en el intento de librarnos de éstos y mejorar, todo se derrumbe.
En ese orden, quitando del comienzo los pequeños problemas podemos, gradualmente ir llegando al tronco principal de nuestras preocupaciones. Para cambiar hay que realizar una tarea a la vez, quitar las ramas de la preocupación de una en una, ocuparnos y no preocuparnos.
Reconocer nuestros errores y tener el valor para enfrentarlos, establecer las prioridades y los objetivos en la vida y mantener una verdadera determinación para librarnos poco a poco de todo el peso que nos impide trabajar, crecer, disfrutar y vivir, transformando nuestras ansiedades, miedos y preocupaciones en coraje, esperanza y fe.
En la plaza central del pueblo debían quitar un gran roble, el enorme árbol, que con el paso de los años se había convertido en un símbolo del lugar. Hasta en el escudo del pueblo se dibujaba su silueta. El roble se había enfermado de un extraño virus. Corría el riesgo de caerse y de contagiar a los árboles más cercanos. Ya se había hecho todo lo posible por salvarlo y la triste determinación de derribarlo provocaba en los vecinos una profunda sensación de impotencia.
No es fácil determinar la causa de un problema y no es el camino más agradable tomar la decisión de solucionarlo.
Los leñadores llegaron una mañana con sierras automática y hachas. Los vecinos se reunieron en la plaza para presenciar su caída. Esperaban oír el estrépito producido por el choque del inmenso árbol contra el suelo. Suponían que los hombres empezarían a cortarlo por el tronco principal en un lugar lo más pegado a la tierra. Pero en vez de ésto los hombres colocaron escaleras y comenzaron a podar las ramas más altas
En ese orden de arriba hacia abajo cortan desde las más pequeñas hasta las más grandes. Así cuando terminaron con la copa del árbol, sólo quedaba el tronco central, y en poco tiempo más aquel poderoso roble yacía cuidadosamente cortado en el suelo.
El sol, ahora cubría el centro del parque, su sombra ya no existía, era como si no hubiera tardado medio siglo en crecer, como si nunca hubiera estado allí. Los vecinos preguntaron por qué los hombres se habían tomado tanto tiempo y trabajo para derribarlo. El más experimentado leñador explicó: cortando el árbol cerca del suelo, antes de quitar las ramas, se vuelve incontrolable y en su caída, pueden quebrar los árboles más cercanos o producir otros destrozos. Es más fácil manejar un árbol cuando más pequeño se le hace.
El inmenso árbol de la preocupación, que tantos años ha crecido en cada uno de nosotros, puede manejarse mejor si se lo hace lo mas pequeño posible. Para lograrlo, es aconsejable podar en principio, los pequeños obstáculos que nos impiden el disfrutar de cada día y así ir quitando el temor de que en el intento de librarnos de éstos y mejorar, todo se derrumbe.
En ese orden, quitando del comienzo los pequeños problemas podemos, gradualmente ir llegando al tronco principal de nuestras preocupaciones. Para cambiar hay que realizar una tarea a la vez, quitar las ramas de la preocupación de una en una, ocuparnos y no preocuparnos.
Reconocer nuestros errores y tener el valor para enfrentarlos, establecer las prioridades y los objetivos en la vida y mantener una verdadera determinación para librarnos poco a poco de todo el peso que nos impide trabajar, crecer, disfrutar y vivir, transformando nuestras ansiedades, miedos y preocupaciones en coraje, esperanza y fe.
diciembre 04, 2011
¿Hasta qué punto se debe dirigir a un niño?(G.I. Gurdjieff - Perspectivas desde el mundo real)
Hablando en general, la educación de un niño debe estar basada en el principio de que todo debe partir de su propia voluntad. Nada debería serle dado en una forma ya hecha.
Uno puede sólo dar la idea, uno puede sólo guiar o aun enseñar indirectamente, “EMPEZANDO DE LEJOS” y conduciéndolo al objetivo a ...través de otra cosa. Yo nunca enseño directamente; de otro modo mis alumnos no aprenderían. Si quiero que un alumno cambie, empiezo desde lejos o hablo con otra persona y así él aprende. Porque si algo se le dice a un niño directamente se le está educando mecánicamente y más tarde él se manifestará en forma igualmente mecánica.
Las manifestaciones mecánicas, y las manifestaciones de alguien que puede ser llamado un individuo, son diferentes y su calidad es diferente. Las primeras son creadas; las últimas crean. Las primeras no son creación; es creación a través del hombre y no por él. El resultado es un arte que no tiene nada original. Uno puede ver de dónde viene cada línea de tal obra de arte.
Educamos a nuestros hijos para ser egoístas ordinarios y el resultado es el estado presente de las cosas. Sin embargo, siempre tenemos que juzgarlos como nos juzgamos a nosotros mismos. Sabemos cómo somos; podemos estar seguros de que, con la educación moderna, los niños serán, en el mejor de los casos, iguales a nosotros.
SI DESEA EL BIEN PARA SUS HIJOS, PRIMERO DEBE DESEAR EL BIEN PARA USTED MISMO. Porque si cambia, sus niños también cambiarán. Para el bien del futuro de ellos hay que olvidarlos por un tiempo y pensar en sí mismo.
Si estamos satisfechos con nosotros mismos, podemos continuar, con una conciencia clara, educando a nuestros hijos como lo hicimos hasta ahora. Pero ¿están ustedes satisfechos consigo mismos?
diciembre 03, 2011
RUIDO
En la vida….
En la vida actual hay demasiado ruido, y eso hizo que la gente llegue a temerle al silencio. Saben que si se callan, van a escuchar de verdad y eso a veces suele ser muy doloroso.
Madre Teresa
En la vida actual hay demasiado ruido, y eso hizo que la gente llegue a temerle al silencio. Saben que si se callan, van a escuchar de verdad y eso a veces suele ser muy doloroso.
Madre Teresa
diciembre 01, 2011
Golpe le devuelve uso de las piernas a campeona paralímpica.
Parcialmente paralizada tras una operación y un accidente automovilístico, Monique van der Vorst se entrenó para convertirse en ciclista de manos y competir en los juegos paralímpicos. Sin embargo, un día comenzó a recuperar sus piernas… de la manera más extraordinaria posible.
Durante una operación a un tobillo, a los 13 años, la holandesa Monique van der Vorst, sufrió un daño a los nervios de esa zona.Años más tarde, quedó paralizada de la cintura hacia abajo cuando fue atropellada por un auto.
Su amor por el deporte la llevó a entrenar seriamente para competir en el rubro de bicicleta de manos.Llegó a representar a su país en los Juegos Paralímpicos de Pekín y ganó dos medallas de plata.
El año pasado, mientras se preparaba para los Paralímpicos de Londres, en 2012, habiendo alcanzado su mejor forma, Van der Vorst se vio envuelta en otro accidente.
“Me estaba entrenando, cuando fui embestida por detrás por otro ciclista”, le cuenta a la BBC. “Sentí unos espasmos espantosos en todo el cuerpo. Quedé tan mal, que tuve que ser internada en un hospital”.
“Nadie sabía qué estaba pasando”, recuerda.
Lo que sucedió después aguarda hasta ahora una explicación plausible.
Un cosquilleo en las piernasLos primeros tres meses en el hospital fueron muy duros.
Van der Vorst recuerda algo parecido a los electroshocks en el cuerpo. En junio de 2010, se sentía pesada, sin energía.
“Se me paralizó todo el cuerpo y, en mi frustración, comencé a hacer trabajar activamente mis manos. Entonces, me comenzó una sensación en los pies que no tenía desde los 13 años”.
El cosquilleo comenzó en la pierna izquierda y luego se trasladó a la derecha.
La fisioterapia y el ejercicio regular le ayudaron a Van der Vorst a ganar un creciente control de sus extremidades inferiores hasta que, en noviembre, pudo abandonar el hospital caminando con sus propias piernas, por primera vez en 14 años.
Los doctores, cuenta Van der Vorst, “no se explican qué pasó. Sólo saben que llegue paralizada, luego notaron una recuperación neurológica durante mi estadía en el hospital, pero no saben a qué se debió”.
La pérdida de lo conquistadoA pesar de la buena noticia, la alegría llegó paso a paso.
“Al principio podía caminar, pero sólo tres pasos. Nadie me podía decir cuánto iba a recuperar. Así que podía ser que sólo fuera eso, pero ya había perdido mi deporte paralímpico por ello. Fue un momento difícil y me tomó un tiempo aceptarlo y asumir una nueva identidad”.
El cambio de la silla de ruedas a la posición erecta es un cambio extraordinario en la perspectiva que se tiene de la vida, afirma Van der Vorst.“Me siento muy bien al poder caminar con alguien y mirarlo directamente a los ojos”.La atleta holandesa afirma que no puede correr, pero sí se apronta a competir en bicicleta normal por su país en las Olimpiadas de Río de Janeiro, en 2016.
“Firmé un contrato con el equipo holandés de ciclismo Dutch Rabobank y ya veremos como marcha todo el próximo año”.
“No sé cuán buena pueda llegar a ser, pero soy una atleta de corazón y me esforzaré al máximo”.
“Este es el mejor regalo que he recibido en mi vida”.
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