Por muy mal que hoy puedan salirnos las cosas, por mucho que pensemos que todo lo estábamos haciendo bien, siempre estamos a tiempo de darnos cuenta de dónde estaba la gran equivocación. Podemos valorar nuestras experiencias positivamente siempre, porque siempre hay algo de positivo en cada una de nuestras acciones, máxime cuando todo lo hicimos con la mejor de las intenciones. ¿Nos equivocamos? Pues sí, eso forma parte de la vida. Todos nos equivocamos alguna vez.
Lo importante es saber que tenemos fuerza para salir adelante cuando las cosas nos van mal, cuando pasamos por una mala racha económica, cuando se termina una historia, cuando alguien nos hiere, cuando nos herimos nosotros mismos intentando mantener historias insostenibles, cuando pensamos que hemos tocado fondo.
Tenemos a nuestro favor que no estamos solos, por mucho que pretendamos estarlo. Existe un universo maravilloso conspirando constantemente para que las cosas funcionen, para que exista el equilibrio, y para ello a veces nos ocurren cosas que en un principio no podemos entender, a veces nos sumimos durante años en un problema buscando soluciones imposibles que a veces nos pueden llevar incluso a caer en una depresión y con el paso del tiempo la solución llega cuando menos te lo esperas, de forma casi mágica, milagrosa, cuando pensábamos que ya estaba todo perdido. Y seguramente todo ese tiempo que pasó, el cual creemos que fue un tiempo perdido, nunca lo fue, porque algo aprendimos a lo largo del camino.
Pero a pesar de que sabemos que existe una fuerza poderosa que es nuestra aliada, debemos siempre tener agallas para salir adelante, porque no es bueno mantenerse estático, debemos luchar por lo que queremos, aunque conseguirlo nos cueste más tiempo del que pensábamos en un principio.
Tenemos siempre la opción de cambiar el rumbo de nuestra vida, cuando nos damos cuenta que la vida que estamos viviendo actualmente no es ni por asomo la que queremos vivir, aunque un día en el pasado fue la que quisimos y así la construimos. Y no es que nos equivocásemos, es que esa era la vida que queríamos en ese momento, en el pasado. Todo era perfecto así, pero cambiamos… Y a veces con nuestros cambios también cambian nuestras expectativas.
A veces nos dejamos arrastrar por las masas, por el qué dirán, por el miedo… Siempre el miedo… En ese momento es cuando tenemos la oportunidad de demostrar que somos capaces de cambiarlo todo, de hacer que las cosas funcionen por nosotros mismos.
El universo nos ofrece infinidad de veces oportunidades de cambiar, de mejorar, pero a veces no las vemos, otras tantas veces simplemente las dejamos pasar por comodidad. ¿Para qué, si todo está bien así? y otras veces, las menos, nos enganchamos al tren de la vida y las cogemos al vuelo.
Está en nosotros la solución, para ello existe el libre albedrío. No hay que buscar en nadie más. Podemos crecer, podemos aprender, podemos cambiar y podemos mejorar… Siempre.
Carmen Vélix
Reflexión real.Pareciera simple....hasta que VEMOS con los ojos del alma.Gratitud....Shalom....
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