Quizás deberíamos pararnos de vez en cuando y preguntarnos si realmente vivimos la vida de forma consciente, o nos limitamos a existir inconscientemente en ella.
Me gustaría revisar, aunque sea a modo de nota metal, algunos aspectos que quizás puedan ayudar a plantearnos algunas cuestiones o resolver otras... Seguro que se quedan muchas cosas atrás, seguro que muchas son discutibles e imprecisas (podemos hablar sobre ellas), pero quizás, con suerte, alguna nos lleve a algún sitio, y quien sabe, igual seguimos reflexionando sobre más cosas más adelante.
Comencemos...
Comencemos...
No pelearse con la vida... Fluir
Hay que dejarse fluir. No empeñarse en comprender la vida... sino vivirla.
Deberíamos ser capaces de integrarnos en nuestra propia vida, siendo parte de ella, aceptando lo que pasa y haciendo lectura positiva de lo que acontece. Aceptar no implica rendirse, es saber adaptarse.
Qué peligro cuando empezamos a rasgarnos las vestiduras al mismo tiempo que gritamos... ¿por qué...?
No olvidemos que se aprende más de los fracasos que de los éxitos, y que las situaciones que realmente nos ponen a prueba como persona son habitualmente las más inesperadas o las que menos nos gustan.
Me quedo con la magnífica frase de Randy Paush:
"Experiencia es lo que consigues cuando no obtuviste lo que querías."
Como decía el viejo proverbio... "¿Mala suerte, buena suerte... quien sabe?". Lo que nos pasa no es ni bueno ni malo... es como lo veamos, como lo interpretemos. Bueno y malo, muchas veces, son dos grandes engaños totalmente impuestos y dependientes del entorno en el que nos hemos criado. Y lo que hoy parece malo, puede esconder una gran oportunidad o ser la antesala de algo mucho mejor.
Deberíamos procurar adaptarnos a las circunstancias en lugar de perder todas nuestras energías en luchar contra ellas, sobre todo, si no tienen solución o no está en nuestra mano. ¿Acaso el agua de un río se para cuando encuentra una piedra en su lecho...?
"Be water my friend" ("Sé agua, amigo mío")
Ni ayer, ni mañana... Hoy
Ser conscientes de un destino elegido y guiar nuestra vida en base a nuestros anhelos es importante. No deberíamos renunciar a aquello que vemos lejano simplemente por pensar que es inalcanzable.
Sin embargo es importante saber vivir el aquí... el ahora y disfrutar el momento... paladear cada momento como si fuera el último, sin preocuparnos por un mañana incierto más de la cuenta. No hay porqué ser insensatos, debemos planificar el futuro, pero una cosa es planificar, y otra cosa preocupar.
Pensemos como queremos que sea nuestro futuro, cristalicemos nuestros objetivos y pongámonos en marcha, pero una vez decidido, quizás no sea una buena idea volver a darle más vueltas de la cuenta, porque entonces posiblemente estemos cayendo en la preocupación excesiva y una buena decisión ya no nos parezca tan buena.
Debemos ser conscientes de que hay multitud de variables que desconocemos o no tenemos poder sobre ellas, por lo que siempre va a existir un margen de incertidumbre que debemos aceptar, para no caer en la obsesión por el futuro.
No caer en la melancolía del momento pasado, la vergüenza del momento pasado, el trauma del momento pasado... por una sencilla razón... porque ya ha pasado. Igual que "agua pasada no mueve molino", no dejemos que los ecos del pasado condicionen nuestra vida. Cada nuevo día tenemos una nueva oportunidad para reinventarnos, ser la persona que queremos ser, hacer lo que queremos hacer, aprender nuevas cosas y disfrutar el momento.
"Tan solo hay dos días en el calendario en el que no puedes hacer nada, ayer y mañana."
Actitud
Hay gente que le encanta gruñir... les encanta tener problemas y contarlos a los demás (verdaderos vampiros energéticos...), y vanagloriarse de lo desgraciados que son, la mala suerte que han tenido en la vida o lo enfermos que están (siempre más que los demás, por supuesto...). Irían a un entierro y sentirían envidia por el fallecido.
Creo que estamos de acuerdo en que con esta actitud es muy complicado ser feliz. En estos casos realmente hace falta un gran trabajo interior para cambiar este tipo de comportamientos. Es una cuestión de actitud... no podemos pretender cultivar una gran vida interior o tener buenos amigos, si no somos capaces de estar a gusto ni con nosotros mismos.
Cambiemos el chip, centrémonos un poquito más en las cosas buenas que nos suceden, en lugar de repasar una y otra vez aquellas que no asumimos. Seamos positivos, pensemos que hoy va a ser un gran día, y probablemente así lo será...
"Si sonríes al espejo, el espejo te devuelve una sonrisa".
No ser mártires crónicos
Hay que saber disfrutar. La vida no es solo sacrificio. El sacrificio dignifica al hombre y forja el espíritu... pero no lo forjemos tanto que se nos rompa.
Los objetivos más deseados suelen ser los que se consiguen con más sacrificio, pero no caigamos en el error de pensar que no los merecemos una vez conseguidos.
Para bien, o para mal, todo lo que conseguimos lo merecemos, aún para aprender algo. Está ahí por algo... demos gracias por ello. Hagamos lectura positiva y procuremos disfrutar de lo que tenemos, en lugar de anhelar insistentemente lo que no.
Dependencia emocional
Estamos hartos de escuchar la expresión de "encontrar a mi media naranja"... qué bonito... y qué equivocado... Yo soy feliz, tú eres feliz... seamos aún más felices juntos. ¿Por qué sumar 1 entre los dos cuando podemos sumar 2 ?
Necesitamos que nuestra madre nos abrace, que nuestra novia nos ría, que el gato nos ronronee para ser felices... error ! Mi felicidad no se puede basar en los demás, porque entonces una falta de ellos me va a sumir en la tristeza, en la apatía, en la infelicidad.
Deberíamos poder ser felices por nosotros mismos. Mirar más hacia nuestro interior que hacia afuera. Todo lo demás, deben ser pluses de felicidad, no condicionantes para ella.
El apego
Peligroso, sobre todo a lo material. Es peligroso depender de alguien para ser feliz, aún más de algo.
Poseer no está mal... no tiene porqué ser malo. Si te lo puedes permitir, magnífico. El problema es el apego... cuando dependes de esas cosas para ser feliz. Probablemente nos estemos desviando si vemos que no paramos de adquirir cosas, que nos dan una efímera y epicúrea felicidad para luego desvanecerse y querer más... convirtiéndonos en "yonquis" consumistas y materialistas, víctimas de una sociedad que nos invita a ello vorazmente.
A veces es mejor simplificar. Desprenderse de aquello que te esclaviza... que realmente no necesitas. Es sencillo una vez se comprende... una vida simple es más fácil de mantener que una compleja, necesitamos menos energía, que podemos dedicar a otros menesteres.
"No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita".
(Agustín de Hipona, AKA San Agustín)
Finalizando (por ahora)
Probablemente la gracia del asunto esté en ese magnífico punto de debe ser mantener una motivación vital suficiente como para que guíe nuestro destino pero que al mismo tiempo nos permita cierto grado de ecuanimidad sobre como, para encajar la posibilidad de no alcanzarlo y vivir felices con ello, sin llegar a ser unos pusilánimes.
Al principio comentábamos la frase de Randy Paush. No puedo dejar de recomendar la visualización de su inspirador vídeo ...siempre lectura positiva. Buena actitud vital sobre todas las cosas.
Se quedan cuestiones y temas en el tintero... saber decir "no", aceptar nuestras limitaciones, equilibrar nuestra vida profesional... personal, comer sano, hacer ejercicio... y seguro que muchísimas cosas más que a buen seguro nos ayudan a ser felices. En cualquier caso, por no alargarnos más y hasta que tengamos tiempo de abordar éstos y otros temas planteo... si entendemos realmente la diferencia entre vivir y existir... y qué nivel de consciencia tenemos en nuestra propia vida.
"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes."
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