mayo 28, 2013

CAMINATA POR LA VIDA


Sé que mi caminar tiene una dirección y un destino, por eso debo medir mis pasos, prestar atención en lo que hago y no en lo que hacen los que a mi lado también pasan, o por los cuales, a su lado paso yo.

Que no me engañe con el ánimo y el vigor de los primeros trechos, porque llegará el día en que mis pies no tendrán tanta fuerza, se herirán en el camino y se cansarán más rápido.

Que cuando esté cansada, no me desespere y crea que aún tendré fuerzas para continuar, principalmente cuando hubiera quien me auxilie.

Y que oportunamente, en mis sonrisas, me acuerde de que existen los que lloran, para que así mi risa no ofenda el dolor de los que sufren; por otro lado, cuando llegue mi turno de llorar, que no me deje dominar por la desesperanza, sino que entienda el sentido del sufrimiento, que me nivela, que me iguala, que vuelve iguales a todos los hombres.

Cuando tenga todo, equipaje, valor, agua en mis provisiones, ánimo en el corazón, botas en los pies y sombrero en la cabeza; para de esa forma, no temer al viento, al frío, a la lluvia y al tiempo.
 Que no me considere mejor que aquellos que se quedaron atrás, porque podría llegar el día en que no tenga nada más para mi viaje y aquellos que rebasé en el camino, me alcanzarán y también podrán hacer lo que yo hice o de hecho no hacer nada por mí, entonces, me quedaré en el camino sin concluirlo.

Cuando el día brille, que tenga deseos de ver la noche en que el camino será más fácil y más ameno; pero, cuando sea de noche y la oscuridad vuelva más difícil el arribo, que sepa esperar el día como aurora, el calor como bendición.

Que perciba que el caminar sólo puede ser más rápido, pero mucho más vacío…

Cuando tenga sed, que encuentre la fuente en el camino; cuando me pierda, que halle la indicación, la flecha, la dirección.
Que no siga a los que se desvían, pero que nadie se desvíe siguiendo mis pasos…

Que la prisa por llegar no me aparte de la alegría de ver las simples flores que están en la orilla del camino, que no perturbe la caminata de nadie, que entienda que seguir hace bien pero que, a veces, es necesario tener el valor de volver atrás y recomenzar tomando otra dirección.

Que no camine sin rumbo, que no me pierda en las encrucijadas, pero que no tema a los que me asalten, los que se enmascaren, que vaya a donde debo ir y, si cayera en medio del camino, que permanezca el recuerdo de mi caída para impedir que otros caigan en el mismo abismo.

Que llegue, sí, pero, aún más importante, que haga llegar a quien me pregunte, a quien me pida consejo y, sobre todo, ¡Que pueda seguir confiando en mi.
Autor desconocido


mayo 26, 2013

“No busques trabajo”.



“No busques trabajo”. Genial artículo...no se de quien es..pero  te llenará de ideas y esperanza!

No busques trabajo. Así te lo digo. No gastes ni tu tiempo ni tu dinero, de verdad que no vale la pena. Tal como está el patio, con uno de cada dos jóvenes y casi uno de cada tres adultos en edad de dejar de trabajar, lo de buscar trabajo ya es una patraña, un cachondeo, una mentira y una estúpida forma de justificar la ineptitud de nuestros políticos, la bajada de pantalones eurocomunitaria y lo poco que les importas a los que realmente mandan, que por si aún no lo habías notado, son los que hablan en alemán.

No busques trabajo. Te lo digo en serio. Si tienes más de 30 años, has sido dado por perdido. Aunque te llames Diego Martínez Santos y seas el mejor físico de partículas de Europa. Da igual. Aquí eres un pringao demasiado caro de mantener. Dónde vas pidiendo nada. Si ahí afuera tengo a 20 mucho más jóvenes que no me pedirán más que una oportunidad, eufemismo de trabajar gratis. Anda, apártate que me tapas el sol.

Y si tienes menos de 30 años, tú sí puedes fardar de algo. Por fin la generación de tu país duplica al resto de la Unión Europea en algo, aunque ese algo sea la tasa de desempleo. Eh, pero no te preocupes, que como dijo el maestro, los récords están ahí para ser batidos. Tú sigue esperando que los políticos te echen un cable, pon a prueba tu paciencia mariana y vas a ver qué bien te va.

Por eso me atrevo a darte un consejo que no me has pedido: tengas la edad que tengas, no busques trabajo. Buscar no es ni de lejos el verbo adecuado. Porque lo único que te arriesgas es a no encontrar. Y a frustrarte. Y a desesperarte. Y a creerte que es por tu culpa. Y a volverte a hundir.

No utilices el verbo buscar.

Utiliza el verbo crear. Utiliza el verbo reinventar. Utiliza el verbo fabricar. Utiliza el verbo reciclar. Son más difíciles, sí, pero lo mismo ocurre con todo lo que se hace real. Que se complica.

Da igual que te vistas de autónomo, de empresario o de empleado. Por si aún no lo has notado, ha llegado el momento de las empresas de uno. Tú eres tu director general, tu presidente, tu director de marketing y tu recepcionista. La única empresa de la que no te podrán despedir jamás. Y tu departamento de I+D (eso que tienes sobre los hombros) hace tiempo que tiene sobre la mesa el encargo más difícil de todos los tiempos desde que el hombre es hombre: diseñar tu propia vida.

Suena jodido. Porque lo es. Pero corrígeme si la alternativa te está pagando las facturas.

Trabajo no es un buen sustantivo tampoco. Porque es mentira que no exista. Trabajo hay. Lo que pasa es que ahora se reparte entre menos gente, que en muchos casos se ve obligada a hacer más de lo que humanamente puede. Lo llaman productividad. Otra patraña, tan manipulable como todos los índices. Pero en fin.

Mejor búscate entre tus habilidades. Mejor busca qué sabes hacer. Qué se te da bien. Todos tenemos alguna habilidad que nos hace especiales. Alguna singularidad. Alguna rareza. Lo difícil no es tenerla, lo difícil es encontrarla, identificarla a tiempo. Y entre esas rarezas, pregúntate cuáles podrían estar recompensadas. Si no es aquí, fuera. Si no es en tu sector, en cualquier otro. Por cierto, qué es un sector hoy en día.

No busques trabajo. Mejor busca un mercado. O dicho de otra forma, una necesidad insatisfecha en un grupo de gente dispuesta a gastar, sea en la moneda que sea. Aprende a hablar en su idioma. Y no me refiero sólo a la lengua vehicular, que también.

No busques trabajo. Mejor busca a un ingenuo, o primer cliente. Reduce sus miedos, ofrécele una prueba gratis, sin compromiso, y prométele que le devolverás el dinero si no queda satisfecho. Y por el camino, gánate su confianza, convéncele de que te necesita aunque él todavía no se haya dado cuenta. No pares hasta obtener un sí. Vendrá acompañado de algún pero, tú tranquilo que los peros siempre caducan y acaban cayéndose por el camino.

Y a continuación, déjate la piel por que quede encantado de haberte conocido. No escatimes esfuerzos, convierte su felicidad en tu obsesión. Hazle creer que eres imprescindible. En realidad nada ni nadie lo es, pero todos pagamos cada día por productos y servicios que nos han convencido de lo contrario.

Por último, no busques trabajo. Busca una vida de la que no quieras retirarte jamás. Y un día día en el que nunca dejes de aprender. Intenta no venderte y estarás mucho más cerca de que alguien te compre de vez en cuando. Ah, y olvídate de la estabilidad, eso es cosa del siglo pasado. Intenta gastar menos de lo que tienes. Y sobre todo y ante todo, jamás te hipoteques, piensa que si alquilas no estarás tirando el dinero, sino comprando tu libertad.

Hasta aquí la mejor ayuda que se me ocurre, lo más útil que te puedo decir, te llames David Belzunce, Enzo Vizcaíno, Sislena Caparrosa o Julio Mejide. Ya, ya sé que tampoco te he solucionado nada. Aunque si esperabas soluciones y que encima esas soluciones viniesen de mí, tu problema es aún mayor de lo que me pensaba.

No busques trabajo. Sólo así, quizás, algún día, el trabajo te encuentre a ti.

mayo 23, 2013

Clinton Shorter...

"ACUERDO DE ALMAS" De: Paulina Ramos.


Con cada persona que forma parte de nuestra vida establecemos un acuerdo de almas. Esto significa que mucho tiempo atrás, en el reino de las almas, prometimos tener un encuentro especial, compartir la vida, modelar la experiencia, completar otra alma, al unirnos con ella en esta vida terrenal.

Los acuerdos entre las almas son compromisos para el crecimiento del alma en conjunción con otra. De esta manera, emprendemos el viaje hacia un estado de conciencia y apertura total que los místicos denominan "iluminación".

Estos compromisos son el motivo por el cual, en ocasiones, sentimos una extraña conexión con otra persona; otras veces no entendemos que alguien con carácter difícil forme parte de nuestra vida, o nos preguntamos simplemente por qué recorremos la vida junto a alguien, como si existiera un acuerdo tácito que a su vez puede terminarse abruptamente.

Como miembros de esta comunidad de almas reunidas en la vida sobre la Tierra, hemos acordado no sólo recordar a los demás sobre el estado puro original, sino también realizar todo lo posible dentro de la existencia humana, infinitamente cambiante, con el fin de asegurar el crecimiento de nuestra propia alma y las de los demás.

Algunas personas vienen al mundo para ser bellas y fuertes, otras para ser complicadas o raras; algunas para morir jóvenes y enseñarnos a través de la desolación de tan terrible pérdida; otras, para vivir muchos años e instruirnos mediante su sabiduría. Sin embargo, no importa cuál sea nuestro rol: todos formamos parte de este gran destino espiritual que principalmente consiste en recordar nuestra esencia eterna y dirigir nuestros actos hacia la unión final.

Es así que a cada persona que conocemos, en situaciones buenas o terribles, breves o duraderas y cada relación de la que formamos parte representan una pequeña escena en el eterno conjunto humano, cuyo fin es el desarrollo del alma.

Al advertir esto, uno podrá asombrarse y comprender que cada persona presente en nuestra vida tiene un importante propósito: el de entrar en contacto con nuestra alma y hacerla crecer; que cada relación existe para agudizar la conciencia de nuestra alma.

Así, ya nadie nos resulta extraño, ninguna relación puede verse como un error o un fracaso. A la luz del espíritu, comprendemos que estamos cumpliendo nuestro rol, en miras a la realización de un plan perfecto y eterno.


๑¸.•´¯`•.¸¸.•Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ๑

mayo 20, 2013

NO SÓLO DEL DOLOR SE APRENDE



Del dolor se aprende, es cierto. De todo en la vida se aprende, y el dolor es parte de la vida. 

Pero no es el único maestro. Y tampoco el mejor. En todo caso, ese título le correspondería al placer.

Una gran amiga --no conozco a alguien que sepa tanto de energía como ella-- sostiene que el placer es un maestro claramente superior al dolor.

Su explicación para tal afirmación es muy simple, como suelen ser las cosas cuando son reales: el placer es un gran maestro, porque nos trae al presente.

Poner una canción que nos gusta, oler un perfume, mirar un cuadro, recibir un abrazo... nada de eso puede vivirse fuera de tiempo. Para sentir el placer de una música, de un aroma, de una obra de arte, de un contacto físico, la mente debe conectarse con lo que están percibiendo los sentidos en ese preciso momento.

Regocijada en la delicia de ese instante, la mente no piensa en lo que sucedió ayer, ni en lo que podría ocurrir mañana. La mente se une al cuerpo en el presente para sentir, para gozar, y eso conecta a ambos con el alma.

Ese encuentro de mente, cuerpo y alma, en un destello en que el tiempo desaparece, forma una tríada poderosa en términos de energía, y a la vez representa una valiosa experiencia en nuestro camino de aprendizaje, porque nos muestra lo que significa estar en el presente.

El zentido de la vida..

LA FORMA DE VIVIR EL PRESENTE



Vivir el presente es imposible. Si estamos esperando para atraparlo, todavía es futuro, y cuando queremos asirlo, ya es pasado. 

Lo que nace como un sano consejo, "vivir el presente", termina frustrando a quien lo intenta. 

La idea era positiva, bien intencionada. Falló la forma de comunicarla. 

Existe, por suerte, una mejor manera de expresarla. 

Una gran amiga, una de las personas más brillantes que conozco, habla de "estar donde está el cuerpo". Lo cual significa tener la mente, a cada momento, sumida en la misma actividad que está realizando el cuerpo.

El cuerpo responde a lo que piensa la mente; cree en lo que dice la mente, y reacciona en consecuencia.

El cuerpo no distingue entre pasado, presente y futuro. El recuerdo de una tragedia hace que en el organismo se desaten los síntomas de la angustia, como si el desafortunado hecho estuviera reeditándose en el presente. Asimismo, la preocupación por un supuesto problema futuro, hace que el cuerpo se estrese ahora, en el instante actual.

El cuerpo tampoco distingue entre realidad, imaginación y fantasía. Un sueño inquietante hace que uno se despierte transpirando. Si llevamos unas horas sin comer, no hace falta tener un suculento bocado frente a nosotros; basta con pensar en algo que nos gusta, para que el cuerpo secrete saliva en la boca y jugos gástricos en el estómago.

Por eso es tan dañina la costumbre --o la enfermedad, deberíamos decir-- de tener el cuerpo en un lugar y tiempo, y la mente en otro lugar y tiempo, disociada del cuerpo; porque no le permitimos al cuerpo hacer lo que necesita hacer en cada momento. Cuando comemos o descansamos, pensamos en el trabajo. Cuando trabajamos, pensamos en comer o en descansar. En otras palabras, le damos al cuerpo la orden de digerir o de relajarse, cuando lo necesitamos cerebralmente activo, y luego le damos la orden de activarse cerebralmente, cuando necesitamos que digiera o que se relaje.

Si pensamos en el trabajo mientras comemos, el cuerpo sufre la contradicción de tener que estar generando químicos para resolver un problema laboral en el cerebro, en lugar de generar químicos para procesar alimentos en el estómago, lo cual resulta en una digestión complicada.

Suele decirse que la iluminación consiste sencillamente en comer cuando uno come, bañarse cuando uno se baña, trabajar cuando uno trabaja.

Estar donde está el cuerpo.

Hacer lo que está haciendo el cuerpo.

Eso, tan fácil de practicar, es lo que en realidad postula el impracticable postulado de vivir el presente.

mayo 14, 2013

COMO TE TRATAS CUANDO TE EQUIVOCAS?



A veces nos olvidamos que somos seres únicos,dignos de consideración y de ser tratados con compasión. Alguno de vosotros se podría preguntar, ¿a qué viene esto?. Pues que el otro día escuché a una persona decirse unas cosas terribles porque había tenido un descuido. Se decía cosas como “qué desastre soy” ” mira que olvidarme otra vez” ” mira que soy tonto” y cosas similares. Estoy seguro que si otra persona que le importara hubiera cometido ese mismo descuido no habría sido tan severa. Sin embargo, con ella misma se insultó gravemente. Ya sé aquello de que “la confianza da asco”, ¿pero tanto?.
Lo que me pregunté en ese momento es cual podría ser el motivo que lleva a una persona atratarse con tanta severidad, falta de respeto y de compasión cuando se equivoca (link a “Excelencia y exigencia: qué me pasa cuando me equivoco). ¿Qué os parece a vosotros? ………..
Tengo la creencia que todo comportamiento, por repugnante que nos pudiera parecer, tiene una intención positiva y busca satisfacer una necesidad básica universal ( Link a listado de necesidades). A mi me resulta útil separar el comportamiento de aquello que lo motiva. Por lo tanto, ¿qué intención positiva o qué necesidad busca satisfacer la crítica destructiva hacia uno mismo? Me imagino que es como un castigo, que lo que persigue es que el error no se vuelva a repetir. En ese caso hay una profunda necesidad de ser eficaces la próxima vez. Otro tema muy diferente es que la estrategia que utilizo para ello (la crítica destructiva) consiga lo que quiero o lo haga a un coste muy elevado.
Lo que quiero hacer ahora es, en palabras de Julio Hervás Cercós, buscar el principio homeopático que tiene la crítica destructiva. Es decir, lo que se trata es de mantener esa necesidad de eficacia y de aprendizaje cambiando la estrategia de conseguirla por otra que sea más sostenible. ¿Hay entonces otro camino?
Efectivamente hay una alternativa en 4 pasos que nos permite hacer la alquimia de la autocrítica destructiva manteniendo su intención positiva, que es cubrir nuestra necesidad de eficacia y aprendizaje. Veámoslo:
1er paso. Darnos cuenta de lo que nos contamos cuando nos pasa algo y separarlo de los hechos.
A veces somos tan poco conscientes de lo que pensamos que lo confundimos con los hechos. Está relacionado o muy relacionado, pero en absoluto es lo mismo. Un truquillo para darse cuenta de esto es deciros las siguiente frase:
“Cuando veo lo que me ha pasado, la película que me cuento es que ……”
2º paso.  Destilar los juicios y creencias sobre nosotros mismos para convertirlos en necesidades universales no cubiertas. Toda crítica o insulto (hacia nosotros o hacia otra persona) es una expresión trágica de una o varias necesidades no satisfechas.
En nuestro ejemplo hemos visto que la necesidad es la de ser más eficaces y la de aprender. También podemos tratar de ver cual fue la intención positiva. Si tuvimos un descuido quizás fue porque estábamos pensando en otra cosa que también era importante para nostros en ese momento. Si el nivel de insulto es muy elevado significa que esas necesidades son muy, muy importantes para nosotros en ese momento y no están siendo satisfechas. Esta fase nos sirve para aceptar esa crítica (aceptar no es lo mismo que resignarse).
Esto da la oportunidad de ver eso de otra manera. En ese momento fuimos ciegos en alguna cosa que ahora sí que vemos. Como dice Miki Kashtan,  ¿Podrías culpar a un ciego que ha hecho algo que no quería porque no veía?
3er paso. Hacer el duelo por lo sucedido. El darnos cuenta que esas necesidades son tan importantes para nosotros hacen que podamos hacer el duelo por lo sucedido. Eso significa aceptar los sentimientos de dolor o frustración que ello ha supuesto. Intentar saltarse este paso hace que el sistema no funcione ya que permite hacer la transformación del veneno en un principio homeopático que cura. El dolor amargo se puede convertir en dolor sereno cuando hayaceptación.
4º paso. Petición hacia nosotros mismos. Ahora sois una persona diferente porque sois más sabios. Viendo las necesidades no satisfechas y sabiendo en qué fuisteis ciegos ¿Qué os pediríais o qué haréis diferente la próxima vez que ocurra una cosa similar?
Con este método se consigue el mismo objetivo  es decir, que no se repita el efecto no deseado (otros lo llaman error), pero no lo hacemos movidos por el castigo o la vergüenza sino que lo hacemos desde la aceptación de nosotros mismos como personas en continuo aprendizaje.
Os recomiendo que probéis el sistema de los 4 pasos con cualquier error del que todavía tengáis sentimientos de culpa o vergüenza y podréis comprobar en vuestra piel su potencia transformadora.
¡Buen Viaje!Francesc Bonada 

Somos un mundo lleno de ranas que no saben que están hervidas



La rana que no sabía que estaba hervida

“Imagina una cazuela llena de agua, en cuyo interior nada tranquilamente una rana. Se está calentando la cazuela a fuego lento. Al cabo de un rato el agua está tibia. A la rana, esto le parece bastante agradable, y sigue nadando.
La temperatura empieza a subir. Ahora el agua está caliente. Un poco más de lo que suele gustarle a la rana. Pero ella no se inquieta, y además el calor siempre le produce algo de fatiga y somnolencia.
Ahora el agua está caliente de verdad. A la rana empieza a parecerle desagradable. Lo malo es que se encuentra sin fuerzas, así que se limita a aguantar, a tratar de adaptarse y no hace nada más.
Así, la temperatura del agua sigue subiendo poco a poco, nunca de una manera acelerada, hasta el momento en que la rana acabe hervida y muera sin haber realizado el menor esfuerzo por salir de la cazuela.
Si la hubiéramos sumergido de golpe en una cazuela con el agua a 50 grados, de una sola zancada ella se habría puesto a salvo, saltando fuera del recipiente.”

mayo 13, 2013

El dolor


Cuanto más nos sentamos o acomodamos sobre el dolor, es más difícil permitir la curación. Luego ni siquiera sabemos de dónde viene, solo nos sentimos deprimidos, tristes, en un pozo de dolor pero no logramos ver la punta del ovillo. Casi pareciera como que es parte nuestra o de la forma en la que vemos el mundo.
Lo importante es saber de dónde viene el dolor y procesarlo. Reconocerlo y trabajar en el. Cuanto más nos sentimos identificados con el dolor lo hacemos parte importante de nuestra vida y se nos dificulta verlo y procesarlo, lo tomamos como parte de quienes somos.  Cuando en realidad esto no es así, con el solo hecho de identificarlo y verlo cara a cara damos el primer paso para comenzar a trabajar en la sanación.
Cuando ahondamos en estos temas a veces sentimos resistencia, porque desde nuestra “zona de confort” nuestra vida pareciera estar en orden.  No es sencillo desenterrar el pasado a menos que nos veamos sumamente afectados por el en nuestro presente.
Si somos valientes y proactivos podemos salvarnos de mucho sufrimiento en el futuro y liberar esa energía de dolor. Reconocer y honrar el dolor, mover nuestra conciencia hacia él. Podemos reconocer de que esta hecho el dolor; miedo al abandono, abuso infantil, ira por maltrato… El reconocer el dolor, ir profundo en él y verlo de frente nos ayuda a liberarlo y poder dejar de vivir nuestra vida desde ese lugar.
Estamos en momentos de cambios, de confrontación con nosotros mismos, esa dualidad que sentimos, temas no resueltos, y siempre está la oportunidad de ver, sanar y vivir desde el bienestar que implica la aceptación de quienes somos.

Sandra Guerrieri

mayo 07, 2013

El Reloj del Corazón

Todo tiene su tiempo determinado Hay tiempo para todo propósito debajo del cielo; hay tiempo para nacer y tiempo para morir: tiempo para llorar y tiempo para reír: tiempo para unir y tiempo para separar; tiempo de amar y tiempo de odiar; tiempo de guerra y tiempo de Paz.” (Eclesiastés)


 El reloj del corazon

Sin embargo; hay tiempos en nuestra vida que se cuentan de forma diferente.


 Hay semanas que duraran años, como hay años que no llegan a contarse en un día.


 Hay pasiones que serán eternas, como hay aquellas que pasaran muy rápido, a pesar que el almanaque nos muestre que estas estuvieron años en nuestras vidas.


 Hay amores no realizados que dejaran miradas que duraran meses de meses y besos no entregados que siempre esperaran su llegada.


 Hay trabajos que nos tomaran décadas de nuestro tiempo, pero en nuestra memoria solamente serán semanas.


 Y hay uniones que al mirar para atrás, no llenan un día de nuestras vidas.
Hay tristezas que nos paralizan por meses, pero al pasar los días difíciles no guardamos recuerdos de esas horas.


 Y sin duda hay eventos que nos marcaran, y que duraran para siempre.
El nacimiento de un hijo, la muerte de un abuelo, un viaje inolvidable, o el éxtasis de un sueño realizado. Estos tienen su duración que nos enseña el significado de la palabra “eternidad”.


 Yo viaje por la misma ruta, miles de vec

es, y el tiempo transcurrido siempre fue el mismo.



 Mas de acuerdo a mi espíritu hubieron viajes que nunca tuvieron un final. Como hay recorridos que no recuerdo haberlos hecho.

 Hoy descubro que el reloj del corazón, late en otra frecuencia de la que late mi pulso.


 Marca un tiempo diferente de emociones que perduran y que nos muestran, el verdadero tiempo de la gente.


 Por este reloj, se envejecen las cosas que no conseguimos alargar a través del tiempo que vivimos.


 Y luego miramos nuestras arrugas y percibimos que hemos madurado.
 Y pensamos en todo aquello que no hicimos, en vez de alegrarnos y sonreír con los recuerdos de lo que vivimos.


 Hay que vivir el tiempo. y consultar siempre al reloj del corazón; el te mostrara el verdadero tiempo del mundo.


 El tiempo que nos dice: Que la vida es la tarea que nosotros trajimos para hacer en casa. cuando nos damos cuenta, ya paso el día! cuando nos damos cuenta, ya es viernes! cuando nos damos cuenta, ya es navidad! cuando nos damos cuenta, ya termino el año! cuando nos damos cuenta, ya perdimos el amor de nuestra vida! cuando nos damos cuenta, ya pasaron los años! ahora ya es tarde para arrepentirse. Si me fuese dado un día, otra oportunidad, yo no miraría el reloj seguiría siempre adelante E iría jugando por los caminos del tiempo, seguiría al amor que esta en mi delante y le diría: ¡te amo! Hay algo mas: No dejes de hacer lo que te gusta debido a la falta de tiempo. No dejes de rodearte de personas por miedo a ser feliz. Aquello que nunca falta, es el tiempo que nunca vuelve.


 “ El presente es una sombra que se mueve separando el antes del mañana. En el descansa la esperanza.”


 “ El tiempo fue algo que inventaron para que las cosas no sucedan todas a la vez.”

mayo 06, 2013

El mantra Wahe Guru ..Meditación para el elemento Éter



El mantra Wahe Guru es uno de los más utilizados en la práctica de Kundalini Yoga. En esta ocasión te presentamos una meditación que te ayudará a dejar ir miedos y construir confianza y compromiso a través del poder de la palabra.
El mantra Wahe Guru se traduce como:
Wahe – Una expresión de éxtasis.
Guru – Es la fuerza o energía que trae de la obscuridad a la luz.
Wahe Guru es una expresión de éxtasis con lo Divino. Balancea la energía generadora, organizadora y transformadora.

Meditación para el elemento Éter. ( Ether Tattva)
Postura: Siéntate en postura fácil, con la columna recta.
Mudra: Las manos se apoyan sobre las rodillas en gyan mudra ( Uniendo el dedo índice con el pulgar)
Enfoque: Los ojos cerrados enfocados en el tercer ojo ( El entrecejo)
Canta el mantra desde el corazón sintiendo su fuerza desde el punto del ombligo.
Continúa por 11 minutos.