abril 22, 2014

Espejo...espejito

LA TERAPIA DEL ESPEJO.

Sin duda es una de las terapias más directas y reveladoras a la vez que sencillas que podemos usar para adentrarnos en nuestro inconsciente. Antes de explicar en qué consiste hay que dejar claros algunos conceptos que nos ayudarán a entenderla mejor. Tenemos el concepto de la sombra que debemos a Carl Gustav Jung y que nos dice frases como, “Lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino”, o “Prefiero ser una persona completa antes que una persona buena”. Lo que nos quiere decir es que tenemos que investigar en la oscuridad de nuestro inconsciente puesto que la sombra la estamos manifestando siempre. El espejo se produce cuando proyectamos nuestra sombra en los demás, y ésta se manifiesta cuando aquello que vemos en los demás nos molesta muchísimo, de una manera desmesurada y sobre todo en cosas de escasa importancia. ¿Cómo distinguir la sombra? Las relaciones son el mejor sistema para conocernos a nosotros mismos ya que nos relacionamos con nosotros a través de los demás. Una forma de verlo es a través de los excesos: *Sentimientos exagerados contra los demás * Acciones impulsivas o inadvertidas * Sentirse humillado *Relaciones en las que provocamos el mismo efecto desestabilizador a diferentes personas. *Enfados desproporcionados *La atracción a lo morboso, accidentes, notícias malas. *Cada vez que respondemos a favor o en contra de alguna cosa y nos mantenemos inflexibles, es muy posible pensar que nos adentramos en el territorio de la sombra. *Históricamente el hombre y la mujer han acumulado en sus arquetipos muchas memorias de dolor, represión,violencia, sufrimiento, abusos, etc. *La bioneuroemoción centra su atención en como nuestro cuerpo refleja todas esas emociones que se hallan en nuestro inconsciente (la sombra). Espejos prácticos en nuestras vidas : El espejo directo: En él vemos reflejadas nuestras creencias en tiempo real. Un ejemplo puede ser cuando alguien nos molesta de una manera exagerada nuestra percepción. El espejo de nuestros juicios: Es uno de los más reveladores ya que todo aquello que juzgamos como “malo” o “improcedente” reaparecerá de diferentes formas en nuestras vidas hasta que dejemos de juzgarlo. Nuestros juicios son el imán que atrae situaciones para que los viva. El espejo de nuestro árbol genealógico: Vivimos experiencias y relaciones que tienen que ver con nuestros ancestros. Su función es liberar el inconsciente colectivo familiar. El espejo de nuestro mayor bien: Acostumbramos a ser nuestros mayores críticos. Cuando somos capaces de hacer conscientemente estas críticas y cambiarlas, entonces empezamos a ser compasivos nosotros y así lo podemos ser con los demás. Aprender a ser flexible conmigo mismo nos permite ser flexible con los demás. El espejo de nuestras situaciones diarias. El espejo de nuestra “noche oscura del alma”: Situaciones muy exageradas donde nuestro mundo se precipita en el caos y surgen nuestros mayores miedos. Cuando salimos de él, somos personas diferentes. despierta una fuerza en tí que es tu gran aliado. La solución siempre es la integración, la lucha contra mi espejo (mi sombra) siempre refuerza a ésta y siempre perderé. La pérdida es la enfermedad"

abril 07, 2014

Logica emocional

Algunos días te despiertas sin ganas de hacer nada, sin fuerzas para enfrentarte a las inclemencias del tiempo. A veces incluso piensas que alguna fuerza superior o inferior se ha confabulado para amargarte la existencia. O tal vez las experiencias vividas en los últimos tiempos han minado tanto tu moral que sientes que te han vencido... (sigue) 

¿Y si hubiera un plan? ¿Y si la experiencia que estas viviendo no es más que la pieza de un gran puzle? Entonces quizá la siguiente pregunta sea por qué no se me muestra el dibujo completo.

Voy a tratar de dar respuesta  a esa pregunta con un ejemplo real.  Hace unos años conocí a un vidente espectacular, Ramón. Era capaz de ver el pasado, el presente o el futuro con suma claridad. Pero con todo su vida era muy triste, se sentía desgraciado porque había visto su futuro y no le había gustado.  Y su actitud era de completa pasividad. 

Me parece un buen ejemplo para ilustrar lo que quiero decir. Si conociéramos todo el plan podríamos tener la misma actitud que Ramón. 

También puede darse el caso que nos guste el plan, y que sabiendo hacia donde van las cosas esperemos con calma y sin movernos demasiado a que se desarrollen los acontecimientos.

Pero esta sigue siendo una actitud de resignación y la vida no está hecha para esperar a que las cosas sucedan, sino para experimentar, para actuar. 

Volviendo a dar un apunte sobre Ramón, lo que él no sabía era que si bien estaba viendo su destino, éste podía ser modificado, porque si actuamos sobre el presente, cambiamos el porvenir. 


Tristan LLop