noviembre 23, 2011

SUBIENDO MONTAÑAS

. Escoge la montaña que deseas subir

No te dejes llevar por los comentarios de los demás, que dicen “ésa es más bonita”, o “aquélla es más fácil”. Vas a gastar mucha energía y entusiasmo en alcanzar tu objetivo, y por lo tanto eres tú el único responsable y debes estar seguro de lo que estás haciendo.


B. Sabe cómo llegar frente a ella

Muchas veces, vemos la montaña de lejos, hermosa, interesante, llena de desafíos. Pero cuando intentamos acercarnos, ¿qué ocurre? Que está rodeada de carreteras, que entre tú y tu meta se interponen bosques, que lo que parece claro en el mapa es difícil en la vida real. Por ello, intenta todos los caminos, todas las sendas, hasta que por fin un día te encuentres frente a la cima que pretendes alcanzar.

C. Aprende de quien ya caminó por allí

Por más que te consideres único, siempre habrá alguien que tuvo el mismo sueño antes que tú, y dejó marcas que te pueden facilitar el recorrido; lugares donde colocar la cuerda, picadas, ramas quebradas para facilitar la marcha. La caminata es tuya, la responsabilidad también, pero no olvides que la experiencia ajena ayuda mucho.

D. Los peligros, vistos de cerca, se pueden controlar

Cuando empieces a subir la montaña de tus sueños, presta atención a lo que te rodea. Hay despeñaderos, claro. Hay hendiduras casi imperceptibles. Hay piedras tan pulidas por las tormentas que se vuelven resbaladizas como el hielo. Pero si sabes dónde pones el pie, te darás cuenta de los peligros y sabrás evitarlos.

E. El paisaje cambia, así que aprovéchalo

Claro que hay que tener un objetivo en mente: llegar a lo alto. Pero a medida que se va subiendo, se pueden ver más cosas, y no cuesta nada detenerse de vez en cuando y disfrutar un poco del panorama alrededor. A cada metro conquistado, puedes ver un poco más lejos; aprovecha eso para descubrir cosas de las que hasta ahora no te habías dado cuenta.

F. Respeta tu cuerpo

Sólo consigue subir una montaña aquél que presta a su cuerpo la atención que merece. Tú tienes todo el tiempo que te da la vida, así que, al caminar, no te exijas más de lo que puedas dar. Si vas demasiado deprisa, te cansarás y abandonarás a la mitad. Si lo haces demasiado despacio, caerá la noche y estarás perdido. Aprovecha el paisaje, disfruta del agua fresca de los manantiales y de los frutos que la naturaleza generosamente te ofrece, pero sigue caminando.

G. Respeta tu alma

No te repitas todo el rato “voy a conseguirlo.” Tu alma ya lo sabe. Lo que ella necesita es usar la larga caminata para poder crecer, extenderse por el horizonte, alcanzar el cielo. De nada sirve una obsesión para la búsqueda de un objetivo, y además termina por echar a perder el placer de la escalada. Pero atención: tampoco te repitas “es más difícil de lo que pensaba”, pues eso te hará perder la fuerza interior.

H. Prepárate para caminar un kilómetro más

El recorrido hasta la cima de la montaña es siempre mayor de lo que pensabas. No te engañes, ha de llegar el momento en que aquello que parecía cercano está aún muy lejos. Pero como estás dispuesto a llegar hasta allí, eso no ha de ser un problema.

I. Alégrate cuando llegues a la cumbre

Llora, bate palmas, grita a los cuatro vientos que lo has conseguido, deja que el viento allá en lo alto (porque allá en la cima siempre hace viento) purifique tu mente, refresca tus pies sudados y cansados, abre los ojos, limpia el polvo de tu corazón. Piensa que lo que antes era apenas un sueño, una visión lejana, es ahora parte de tu vida. Lo conseguiste.

J. Haz una promesa

Aprovecha que has descubierto una fuerza que ni siquiera conocías, y dite a ti mismo que a partir de ahora, y durante el resto de tus días, la vas a utilizar. Y, si es posible, promete también descubrir otra montaña, y parte en una nueva aventura.

K. Cuenta tu historia

Sí, cuenta tu historia. Ofrece tu ejemplo. Di a todos que es posible, y así otras personas sentirán el valor para enfrentarse a sus propias montañas


Paulo Coelho

noviembre 22, 2011

La Felicidad

El ser humano ha buscado insistentemente la felicidad a través de la historia de la Humanidad y para encontrarla y más aún para conservarla, ha empleado todos los mecanismos físicos que los adelantos propios de cada época, le han permitido. Es la razón por la que adquiere seguros de vida, vehículos, casas y cosas; compra poder, conciencias y voluntades. Todo para "conservar la felicidad".

La verdadera esencia de nuestro ser interno, que se va perdiendo con el fortalecimiento de la personalidad y de lo externo nos indicaría, si le permitiéramos expresarse, que la felicidad es una actitud. Y la misma depende únicamente de lo que "somos", no de lo que "sabemos" o "poseemos". Los títulos y las pertenencias se quedan en este mundo cuando partimos definitivamente, cuando nuestra alma vuela en libertad ante el llamado Divino.
La felicidad es la paz que se logra a través de la comprensión y la tolerancia. Es agradecimiento, es benevolencia, es ayuda espiritual, es esperanza, es el trabajo por los demás. Son momentos de plácido descanso en el amor del ser amado.

El Mahatma Ghandi decía acerca de la felicidad, que es la armonía entre lo que se piensa, se dice y se actúa.

Y en un plano esotérico, la felicidad está hecha de momentos de regocijo interno, es el despojar el cuerpo de preocupaciones y sufrimientos y lanzarlos al viento. Es tener el corazón liviano, libre y bien amado. Es comenzar un sueño de luz, un mundo sin restricciones, sin limitaciones ni razones absurdas para explicar lo inexplicable.

Pero la felicidad sólo puede ser reconocida por los seres que, amando a otros seres, encuentran en ellos el fruto de la Creación Divina.
La felicidad es, en suma, una actitud personal frente a la vida, sus circunstancias, deleites y desengaños.
Se es feliz cuando no se busca la felicidad, pues ¡ella siempre está con nosotros!.

Patricia Maradei

noviembre 15, 2011

SENTIR EL OTOÑO

Sentirse Diosa, en Equinoccio de Otoño, es Sentir el Sentir de todas las mujeres de todas las vidas que fuiste, que fuimos, recolectoras, madres, hermanas, compañeras, amantes, brujas, sanadoras, todos los oficios, todas las enseñanzas, la creatividad, la Vida...Sentir el Poder de todo el Universo en tus Ovarios, repartirlo por cada órgano de tu cuerpo, hacer que la sangre fluya y se renueve, Respirar Amor por lo creado...y Saber

noviembre 13, 2011

CUBRIENDO TUS NECESIDADES..Detrás de las cosas que hacemos equivocadamente hay razones correctas.

Una vez escuché una parábola sobre una mujer que iba todos los días a la ferretería y pedía un litro de leche. Cada vez que lo hacía, el encargado le decía que estaban en una ferretería y que ahí no vendían leche, y le sugería que fuese a una tienda de alimentación. A medida que pasaba el tiempo, la mujer se enfadaba cada vez más; estaba decidida a comprar su leche en la ferretería. Empezó a gritar más alto exigiendo hablar con el gerente y argumentando sobre la importancia que tenía para su salud la leche. Intentó expresar su deseo por escrito e inclusive lo llevó a un notario. Hasta logró convencer a una amiga para que fuera a la ferretería y hablara en su favor. Cada día intentaba descubrir mejores formas para exponer su predicamento: si pudiese encontrar la forma de expresarse con más claridad; si fuese más inteligente; inclusive, pensó que, si fuese un hombre, lograría que la entendieran. También se dijo que quizá, si fuese menos egoísta, le venderían la leche. Los empleados de la ferretería se ponían a temblar con solo pensar en que la mujer iría al establecimiento. No podían entender por qué la mujer sencillamente no se dirigía a la tienda de alimentación.
            ¿Alguna vez te sientes como la señora, intentando encontrar ternura en un lugar donde sencillamente no está disponible, pensando que si no la encuentras es porque debe haber algo mal en ti? Emocionalmente me imagino que esto es terrible, así que, después de un tiempo, te enfadas con la otra persona... ¡una y otra vez! Es sorprendente ver cuánto dolor nos creamos las personas a nosotras mismas.
            Todas las personas podemos cambiar nuestras relaciones si sencillamente nos centramos en nuestro propio comportamiento. Podemos pedir lo que queremos, y si una vez tras otra no lo recibimos de una persona en particular, es nuestra responsabilidad encontrar la manera de conseguirlo. No hay nadie que pueda cubrir todas nuestras necesidades. Cuando insistimos en que alguien nos ayude a cubrir nuestras necesidades, y esta persona no puede o no está dispuesta a hacerlo, no estamos honrando nuestra relación con ella.
            La próxima vez que te sorprendas queriendo gritarle a alguien porque no cubre alguna de tus necesidades, pregúntate si esta persona alguna vez las ha cubierto. Después, pregúntate si esta necesidad la puedes satisfacer en otro lado.

Si tienes una necesidad no cubierta, piensa en la gente a la que le sueles pedir ayuda y decide si quieres pedírsela a otra persona.

noviembre 09, 2011

SALVA TU CASA...MARILO LOPEZ GARRIDO

Salva Tu Casa

Cuando alguien dice o hace algo que nos hace enojar, sufrimos. Tendemos a decir o hacer algo en respuesta para hacerle sufrir; con la esperanza, de que suframos menos. Pensamos: «Quiero castigarte, quiero hacerte sufrir, porque me has hecho sufrir. Y cuando te vea padecer mucho, me sentiré mejor». Muchos creen en ésta práctica tan pueril; pero en realidad, cuando haces sufrir a otra ...
persona, ésta intentará encontrar alivio haciéndote sufrir más. Y el resultado es que nuestro sufrimiento irá aumentando. Pero ninguno de los dos necesitan un castigo, sino compasión y ayuda. Cuando te enojes, vuelve a ti mismo y cuida de tu ira. Y cuando alguien te haga sufrir, regresa a ti mismo y cuida de tu sufrimiento, de tu ira. No digas ni hagas nada; porque cualquier cosa que digas o hagas en un estado de ira, podría estropear más tu relación.
La mayoría no lo hacemos, no queremos volver a nosotros mismos, sino perseguir a ésa persona para castigarla. Pero si tu casa se está incendiando, lo más urgente es volver a ella e intentar apagar el fuego, y no echar a correr detrás del que crees que la ha incendiado; porque si lo haces, tu casa se quemará mientras te dedicas a atraparle. Y eso, no es actuar prudentemente. Debes regresar y apagar el fuego. O sea: que cuando estás enojado, si sigues relacionándote o discutiendo con la otra persona, si intentas castigarla, estás actuando exactamente como alguien que se pone a perseguir a un pirómano mientras su propia casa está ardiendo.
Thich Nhat Hanh

noviembre 05, 2011

ORIGEN DE LA PALABRA GILIPOLLAS...

En Madrid hay una calle llamada de Gil Imón,  haciendo de travesañoentre el Paseo Imperial y  la Ronda de Segovia, para más señas. Es una calle dedicada al que fue alcalde de la capital,  D. Gil Imón, enlos tiempos en que el duque de  Osuna organizaba sus célebres bailes, alos que  acudía la alta sociedad, para poner en el  escaparatefamiliar a jovencitas de la buena  cuna, como oferta casadera. A lasdamitas de  entonces se les aplicaba el apelativo de "pollas", que en el Diccionario de la Real  AcademiaEspañola (DRAE) llevan, como sexta  acepción, figurada y familiarmente, el significado de jovencitas, algo que hoy  prácticamente se ignora. Lapolla de entonces no  tenía nada que ver con el significado de morbosas connotaciones por el que ha sido  sustituido ahora.
El tal Don  Gil era un personaje de relieve (la prueba está  en quetiene dedicada una calle) y su nombre  aparecía frecuentemente en los ecosde sociedad  de las revistas del corazón de la época. El  hombre sesentía obligado a responsabilizarse de  sus deberes familiares, comobuen padre. Tenía  dos hijas en edad de merecer, feúchas, sin gracia, y bastante poco inteligentes. Y se hacía  acompañar porellas a absolutamente todos  aquellos sitios a los que, invitado comoprimera  autoridad municipal, tenía que acudir. 
-¿Ha  llegado ya D.  Gil?
-Sí, ya ha  llegado D. Gil y, como siempre, viene acompañado  desus  pollas.
Mientras D.  Gil se encargaba de atender las numerosas conversaciones quesu cargo de alcalde  comportaban, sus pollitas iban a ocupar algún asiento que descubrieran desocupado, a esperar a  que algún pollo (ojovencito) se les acercase,  cosa que nunca sucedía. La situación, una yotra  vez repetida, dio lugar a la asociación mental  de tonto otonta con D. Gil y sus  pollas.
¿Cómo  describir esa circunstancia tan compleja de  estupidez? Los imaginativos y bien  humorados madrileños lo tuvieron fácil:para  expresar la idea de mentecato integral e  inconsciente ¡Yaestá!: Gil (D.Gil)-y-pollas  (las dos jovencitas hijas suyas) =gil-i-pollas. 
Cundió por todo Madrid, que compuso esta palabra especial, castiza, nacida en la Capital del Reino y, después exportada alresto de España, ganándose a pulso con el tiempo el derecho  de entrar enla Real Academia Española.